Nuestra aventura por la costa este norteamericana tenía como primer destino la maravillosa Washington DC.

Ya les contamos que habíamos arribado al aeropuerto JFK de Nueva York y que allí habíamos alquilado esta maravillosa SUV.

Unos meses antes habíamos elegido el Hyatt Place Washington DC National Mall, aprovechando una excelente tarifa por ser un hotel absolutamente nuevo innaugurado a fines de noviembre 2015.

Está ubicado a tan sólo tres cuadras del maravilloso National Mall y a tan solo 600 metros del Capitolio. Está muy cerca de la estación del Metro Federal Center SW, lo que permite movilizarse cómodamente por toda la ciudad.

Obviamente todas las instalaciones están impecables, pero el valor agregado está en la maravillosa atención recibida por parte de todo el personal, ya sea en la Recepción, en el Comedor, e inclusive con las señoras de la Limpieza. Realmente el concepto Hyatt es muy recomendable para aquellos que disfrutamos de esos detalles.

Dividiremos esta revisión en dos, ocupándonos en esta entrada de las habitaciones.

Habíamos reservado una Habitación Doble, en piso elevado y con vista al frente. Por ser socios del programa Hyatt Gold Passport todo fue concedido y este fue el resultado:

Una habitación amplia, con dos camas Queen Size de excelente firmeza, con almohadas de distinta densidad y ropa de cama de muy buena calidad.

 

Además contaba con un confortable sillón esquinero, que a su vez se transformaba en una cama doble, no tan cómoda debido al alto de su colchón pero sí muy útil por cierto.

El lugar de guardado podría ser más generoso, entendiendo que la habitación está destinada a cuatro personas.

Disponíamos de TV Led con brazo móvil, heladera (en la foto la puerta del mueble al lado de la cajonera), cafetera con tazas de verdad (cerámica, no vasitos descartables) y una hielera con vasos de vidrio.

Un detalle no menor fue la cantidad de enchufes y tomas USB. Contamos 10 en total, lo que se agradece al momento de cargar teléfonos, tabletas, laptops, batería de cámaras, etc, etc, etc.

 

El baño también era muy confortable, con ducha y bañera. Los amenities eran excelentes y siempre se nos dejaba en cantidad más que suficiente.

Esta última foto muestra el estilo de las áreas comunes, todo muy prolijo y con buen gusto.

Realmente recomendamos mucho este hotel, está muy bien ubicado para los turistas que quieran estar relativamente cerca de los lugares típicos, ya sea movilizándose en Metro, en auto o caminando. Recordar que Washington es una ciudad enorme y las distancias, por más que no parezcan, son muy grandes.

A viajar que enriquece el alma.