El calor agobiante del verano nos da pereza a la hora de cocinar. Por eso, cuando llega el momento del almuerzo o de la cena, las opciones de comida rápida (como sándwiches, ensaladas y picadas) se vuelven más atractivas y tentadoras.
Nuestra amiga M., que se encuentra descansando en Punta del Este, nos mandó esta reseña veraniega desde tierras uruguayas. A no perdérsela!!
Mediodía de domingo y elegimos llevar al grupo de adolescentes que nos acompaña a comer comida al paso, pero con un toque gourmet, al centro.
La Panadería de La Barra es una casa de comidas y cafetería, con excelentes propuestas caseras que se preparan en el momento. El local es chico y poco pretencioso, pero el ambiente es agradable para disfrutar de un clásico almuerzo “playero”.
La oferta de sándwiches es variada, con opciones de hamburguesas (carne vacuna o veggie), tartas, los tradicionales chivitos uruguayos y también milanesas.
Las porciones son abundantes y los precios son similares (hasta quizás un poquito más económicos) a los que se encuentran en Argentina –y mucho más convenientes que algunos valores de la Costa Atlántica–, con sándwiches que rondan los UY$ 250 promedio (unos AR$ 140).
Elegí una queenburger, que combina una deliciosa hamburguesa de carne vacuna –que vino bien cocida, con buen condimento y para nada seca– con trocitos de queso azul, fetas de queso cheddar, rúcula y tomate, además de un pepinillo de acompañante (que hubiese preferido viniera fileteado dentro del sándwich). La salsa bbq o salsa de la casa que anunciaron, brilló por su ausencia a la cita…
El pan es casero, con semillas en la capa superior que agregan un toque crujiente muy bueno. Las papas también son caseras, sin cáscara y para nada aceitosas. Aplausos para el chef!!
Nos atendieron muy bien!! Las opciones que los adolescentes eligieron también estaban bien presentadas, tenían buen sabor y fueron devoradas con muchas ganas.
Para quienes estén veraneando en aguas charrúas y tengan la posibilidad, les recomendamos esta excelente propuesta que nos trajo nuestra amiga M., a quien agradecemos por hacer de reportera gastronómica incluso en tiempo de vacaciones!!
Y como siempre decimos, sigamos viajando… porque viajar enriquece el alma