Nuestra vuelta por el este norteamericano (#CostaEste2016) continuaba con Ottawa, la maravillosa capital canadiense cuyo show de luces contábamos en esta entrada.

Eran solamente dos noches, por lo que optamos por un hotel céntrico para poder hacer todo caminando.

No tardamos mucho en elegir el Residence Inn Ottawa Downtown, perfectamente ubicado.

Se encuentra a escasas cuadras del Parlamento, de la Corte Suprema, a pasos del Canal Rideau y a unas ocho cuadras el By Ward Market y la bellísima Notre-Dame.

Si a esto agragamos una muy buena tarifa que incluía desayuno americano y una cena social de cortesía (tres noches a la semana) evidentemente la decisión de alojarnos ahí fue inmediata.

El edificio tiene sus años, pero está muy bien mantenido. El lobby se encuentra en el tercer piso, al igual que el salón comedor.

En esta entrada nos ocuparemos de las habitaciones, que en nuestro caso teníamos a disposición una pequeña pero funcional cocina. Por lo breve de nuestra estadía sólo usamos la heladera (tamaño normal) y la cafetera, pero aquellos que se alojen más tiempo dispondrán de todo lo necesario para sacarle el jugo a las instalaciones (ollas, sartenes, utensillos, tostadora, juguera, platos, vasos y hasta elementos de limpieza (lavavajillas incluído)

La cama era una King Size muy confortable y con muy buenas almohadas y teníamos además un sofá cama Queen Size, obviamente no tan cómodo pero sí funcional ya que dejaba muy buen lugar mientras estaba cerrado.

Una mesa con apenas dos sillas daba alguna posiblidad de uso pero en una habitación para cuatro personas no terminó siendo muy útil.

El baño cumplía, buenos amenities y satisfactoria limpieza. Un poco reducido en tamaño pero sin quejas.

Como decíamos la cocina era pequeña pero muy completa. La reposición de té y café era diaria y nos sorprendió gratamente el pack de maíz para hacer pochoclos en el microondas, simple gesto pero efectivo cuando se viaja con niños.

La cochera está en el mismo edificio y se accede por un ascensor independiente desde planta baja. Ese detalle es un punto muy a favor considerando que quienes vayan en invierno tendrán varios centímetros de nieve en la puerta.

Si lo que se busca es ubicación privilegiada, buen servicio (Marriott Family) y tarifas moderadas, sin dudas es una gran elección para alojarse en la Capital de Canadá.

A viajar que enriquece el alma.