En nuestro último viaje a República Dominicana, durante Junio 2019, nos hospedamos en el Hotel Iberostar Hacienda Dominicus, en la zona de Bayahibe, a 70 kilómetros del Aeropuerto de Punta Cana

Esta zona de la isla es mucho menos conocida que la internacional Punta Cana pero tiene, a nuestro entender, muchos puntos a favor. El más importante es que encuentra a orillas del Mar Caribe, a diferencia de su «hermana mayor» que tiene sus costas sobre el Océano Atlántico. ¿Qué significa esto? Significa mayor transparencia y temperatura más cálida de sus aguas, menos olas y, especialmente en estos últimos años, la inexistencia del sargazo que tanto azota a los centros turísticos de Centroamérica.

El hotel elegido pertenece a una de las cadenas que más presencia tiene en el Caribe, siendo este uno de los de categoría Standard. En razón de verdad, en nuestra opinión se encuentra por encima de sus hermanos «Punta Cana» y «Dominicana» pero por debajo del «Bavaro», todos ellos situados en la turística Punta Cana.

Las habitaciones se distribuyen en siete bloques de dos o tres plantas cada uno, completando 505 cuartos en total. Cada uno de los edificios tiene un patio central muy bien ambientado.

Al llegar, el check in fue muy rápido. Nos asignaron una habitación en el bloque 6 y en planta baja, tal cual lo habíamos solicitado al momento de hacer la reserva online. Este bloque está cerca de la playa pero también cerca del buffet y de los restaurantes temáticos, por eso nuestra elección.

Todas las fotos corresponden a una habitación standard (la más económica), que cumplió ampliamente nuestras expectativas, ya sea por tamaño, limpieza y servicio.

Dos camas dobles (algo estrechas), un escritorio con banqueta, un sillón para descansar, buen lugar de guardado, gran tv, frigobar de reposición diaria, al igual que café y té para la máquina y balcón con mesa, sillas y tender para secar la ropa.

El baño contaba con un enorme box de ducha y buena mesada.

Un dato muy importante. En República Dominicana el agua de grifo NO ES POTABLE. Anteriormente el room service dejaba botellitas de agua. Ahora cada habitación tiene un par de botellas de vidrio que se recargan en dispensers que se encuentran en los pasillos.

En las próximas entradas hablaremos de los servicios comunes, del sistema de comidas all inclusive con restaurantes temáticos y, fundamentalmente, de la playa increíble sin sargazo.

A viajar que enriquece el alma