Hace unos días les contábamos todo lo necesario para poder realizar el tour guiado por el Parlamento canadiense (lo pueden volver a leer en este link). Pero nuestro relato se detuvo cuando salimos de la Biblioteca Parlamentaria, quedándonos pendiente otro punto importantísimo de la visita: el ascenso a la Torre de la Paz.
Esta icónica torre es el estandarte de la vida política de Canadá y fue construida (inaugurada en 1927) en honor de todos aquellos que habían perdido la vida en la Primera Guerra Mundial.
La altura de la construcción (92,2 metros) convierte a la Torre de la Paz en uno de los íconos más reconocibles de Ottawa. Al igual que en el bloque central, para su construcción se utilizó piedra arenisca en las paredes y hormigón armado en el techo, con elementos de cobre en la cubierta.
Si bien la subida en ascensor a este increíble mirador está incluida en el ticket de entrada, la guía que acompaña a los visitantes durante el recorrido se despide al salir de la Biblioteca e indica el camino para los interesados en conocer la Torre y la Capilla de la Memoria (o Capilla Conmemorativa), con lo que al entrar en estas dos salas no tenemos más información que la que ofrece alguna placa colocada en el lugar (datos que son suficientes y nos dejaron muy conformes).
Si cuando termina la visita guiada no queremos subir al mirador, entonces simplemente hay que seguir los carteles de salida. Lamentablemente, si solamente queremos subir, tendremos que hacer el tour completo.
El mirador se sitúa justo por debajo del reloj de cuatro caras que corona la Torre y que se ve desde el exterior. Durante la subida, se pueden ver los distintos conjuntos de campanas (53 en total) que conforman el carrillón de la Torre.
Las campanas varían de forma y tamaño: la más grande pesa más de 10.000 kilos y suena la nota E, mientras que la más pequeña pesa sólo 4,5 kilos y suena la nota A (se ejecuta 4.5 octavas más alta que la E). De septiembre a junio, las campanas redoblan todos los días laborables a partir del mediodía y por 15 minutos; en julio y agosto, los “recitales” tienen una duración de una hora, entre las 11am y mediodía.
Una vez arriba, toda la actividad se reduce a disfrutar de unas vistas panorámicas incomparables. El mirador tiene ventanas en todas las direcciones, de modo que podemos hacer un recorrido visual de 360° alrededor del edificio parlamentario.
Al descender, y de camino a la salida del edificio, se puede acceder a la Capilla de la Memoria, una sala en cuyas paredes se encuentran los nombres de hombres y mujeres que perdieron su vida en la Primera Guerra Mundial. Posteriormente, se agregaron libros en donde se rinde homenaje a todos los canadienses caídos durante un conflicto bélico. Al igual que en los salones del Senado y de la Cámara de los Comunes, las paredes de la Capilla Conmemorativa están coronadas por increíbles vitrales de colores.
En la tercera y última entrada referida a Parliament Hill, vamos a completar la visita al Parlamento con algunos detalles sobre los bloques este y oeste y un recorrido por los alrededores del bloque central y la llama centenaria.
Porque viajar enriquece el alma
¡Hermosas fotografías!
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Muchas gracias!!!!
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