En la entrada de ayer, empezamos a mostrarles y a contarles cómo fue nuestra visita a Notre Dame de Montreal. Hoy, y tal cual prometimos, vamos a seguir recorriéndola…
Detrás del altar principal se encuentra la capilla Notre-Dame du Sacré-Coeur (se puede acceder a ella desde la nave izquierda de la basílica). En 1982, luego de un gran incendio, un grupo de ebanistas, escultores y arquitectos culminaron los trabajos de reconstrucción manteniendo idénticos los 2 primeros niveles de la capilla, mientras que el techo fue realizado en madera y con un rediseño que permite la entrada de luz natural.
La capilla Saint-Sacrement, a la que se accede desde la nave derecha de la basílica, está encerrada en vidrio para generar un ambiente interno de tranquilidad ideal para las personas que desean rezar y adorar el Santo Sacramento.
A diferencia de las restantes iglesias que hemos visitado a lo largo de nuestro viaje por Canadá, el acceso a Notre-Dame tiene un costo de CAN$ 5 por adulto (CAD$ 4 para menores de entre 7 y 17 años y entrada gratuita para menores de 6 años). El ticket de entrada incluye, si así lo queremos, una visita guiada (no hay que pagar ningún adicional, pero tampoco hay descuento en el acceso si no queremos el tour con guía). Los tours se ofrecen todos los días cada 20 minutos sin reserva previa, en inglés o en francés; además, hay disponible folletería en varios idiomas –inclusive español– para quienes deciden hacer el recorrido de forma individual. En la visita se descubre la historia de la parroquia, sus etapas de construcción, sus principales elementos arquitectónicos y algunas de las obras de arte que posee.
Otra posibilidad para visitar Notre-Dame es optar por el Grand Tour, una visita de 60 minutos de duración que da acceso a lugares más reservados de la iglesia, como parte de la cripta y el balcón del segundo piso. El costo, en este caso, es de CAN$ 12 por adulto y CAD$ 8 para los menores. El Grand Tour está disponible, en temporada alta, en francés todos los viernes a las 13h30 y en inglés de lunes a viernes a las 13h30. Se requiere reserva previa (grupos de hasta 25 personas), completando el formulario online en la web oficial. ¿Nuestra experiencia? Con anticipación hicimos la reserva y nos la confirmaron inmediatamente, lo que nos dejó por demás satisfechos.
¿Qué otras actividades se pueden realizar en la basílica? En temporada alta, se puede acceder al piso donde se sitúa el órgano y disfrutar, durante 1 hora, de un reportorio que combina canciones clásicas y otras más populares, a cargo del organista Pierre Grandmaison. Esta actividad, que también requiere de reserva previa y tiene un costo de CAN$ 12 por adulto (CAD$ 8 para los menores), está disponible los miércoles, jueves y viernes a las 14h30 (si se combina con el Grand Tour, hay que pagar ambos tickets y la duración total es de 2 horas).
El horario de visita es de lunes a viernes, de 8h00 a 16h30; sábados, de 8h00 a 16h00 y domingos, de 12h00 a 16h00. La estación de metro más cercana es Place-d’Armes, de la línea naranja.
Creemos que las imágenes hablan por sí solas y que la majestuosidad de la basílica traspasa incluso lo que captura el ojo de nuestra cámara. Sin importar cuál sea nuestra religión, no queda más que recomendar, a quienes estén en Montreal, que la conozcan y disfruten de este maravilloso templo, cuya arquitectura y decoración deslumbran a sus visitantes.
Porque viajar enriquece el alma