Estuvimos en Quebec en agosto de 2016 en nuestra vuelta por la Costa Este Norteamericana.

Era una de las ciudades que en la previa más había elevado nuestras expectativas, todo el mundo habla maravillas de la «francesa» Quebec.

Ya hablamos del fantástico Hôtel Château Laurier Québec en este post, y hoy nos dedicaremos a mostrar algunas de las hermosas postales que nos regaló esta bellísima ciudad.

La parte turística por excelencia es la Ciudad Amurallada o Barrio Viejo. Es una de las pocas ciudades en el mundo y la única en América que conserva intacta su muralla protectora.

Se accede por varias entradas distribuídas en las principales calles de la ciudad.

Ingresar en el Old Quebec es como abrir un cuento de hadas, todo está perfectamente mantenido, restaurado y puesto en valor, todo está impecablemente limpio, todos los habitantes sonríen y son amables con los turistas, en resumen, caminar por sus calles atrapa, distiende, genera placer y hace sufrir a las cámaras de fotos…

Como en cada ciudad canadiense Notre Dame se erige como punto de referencia.

Y también encontramos la Tienda de Papá Noel, donde en pleno verano norteño se pueden encontrar todo tipo de adornos y souvenirs navideños.

Como muestra del cuidado al turista esta es la entrada a los baños públicos y gratuitos… difícil hacer una comparación con nuestra realidad sureña…

Obviamente el Señor de Quebec es el Château Frontenac, el hotel más fotografiado del planeta… imponente, maravilloso…

y con la particularidad de tener a Alicia en el País de las Maravillas de Dalí en su explanda.

Allí también encontramos a Emiliano, un artista callejero cuya historia contábamos en esta entrada.

Recomendamos recorrer la Citadelle y quedarse al cambio de guardia que se dá todos los días de verano a las 10 AM

Desde allí una vista privilegiada del puerto y del Frontenac.

El sol cae, las luces se encienden, y Quebec reluce para el turista.

De más está decir que Quebec nos fascinó, que recomendamos firmemente una visita de al menos tres noches y que pronto escribiremos sobre las maravillosas experiencias turísticas que hemos vivido.

A viajar que enriquece el alma.