En el mes de junio volamos a República Dominicana con LATAM vía Lima aprovechando un canje de millas muy conveniente.
El viaje se compuso de dos vuelos cortos (de 4 hs aproximadas cada uno) en un Airbus 320, el avión más chico de la flota.
La llegada a Ezeiza la hicimos en una combi de Tienda León. Una vez allí, y como nuestro check in aún no estaba abierto, comimos en el Hard Rock Cafe (habrá post de nuestra experiencia en unos días).
Luego sí, el check in fue muy rápido, al igual que el chequeo de equipaje y el paso por migraciones.
Amenizamos la espera hasta la hora del despegue pasando por el VIP de Star Alliance y abordamos en horario.
Primera apreciación: el Airbus 320 es sin dudas un avión demasiado incómodo para un vuelo de esta duración.
Párrafo (y post) aparte merecen los pasajeros indignados porque «el avión no tiene pantallitas», y porque «cómo que no se puede bajar la aplicación desde el WiFi del avión?». Y todavía no nos habíamos ni sentado en nuestros asientos… ufff!!!!
El despegue fue en horario. La tripulación, más que correcta, apenas nivelados sirvió el «desayuno» (?) cuyas opciones eran omelette o sándwich.
Fuimos por el primero y nos defraudó encontrarnos con uno de los omelettes menos sabrosos que hemos probado en LATAM.
El aterrizaje en Lima lo hicimos casi una hora antes del lo previsto, situación que nos permitió disfrutar del Salón VIP Hanaq.
El segundo A320 también despegó en horario. Las prestaciones de comodidad (pocas por cierto) y de almuerzo (?) fueron idénticas a las del vuelo anterior.
Ambos movimientos los hicimos en posición remota, es increíble lo que mueve este aeropuerto.
Quisimos ir por la revancha y volvimos a optar por el omelette pero… no estaba mucho mejor que el anterior…. ¿qué estará pasando con este tema LATAM?
De pronto comenzamos a ver estas imágenes, el omelette quedó en segundo plano y empezamos a sentirnos en el paraíso.
Arribamos a la isla 45 minutos antes de lo estipulado y con 30 grados de temperatura más de los que había cuando dejamos Buenos Aires… en AV somos #TeamVerano así que nada de quejas. La playa nos esperaba
A viajar que enriquece el alma.
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