Viajar es un placer. Pero… para muchos viajeros como nosotros, los momentos previos al vuelo (ese tiempo “libre” que tenemos una vez que ya despachamos nuestro equipaje, pasamos por migraciones y recorrimos el free shop) suelen sentirse como eternos porque la ansiedad nos gana.

Por eso, y para evitar o disminuir ansiedades, nada mejor que una espera agradable. Para ayudarnos, en los aeropuertos más importantes, están las salas VIP o Lounge. En esta oportunidad vamos a compartir nuestra experiencia sobre uno de los salones en el hermoso y enorme aeropuerto de Orlando: The Club at MCO.

Dado que el aeropuerto es muy grande, existe la posibilidad de acceder a dos salas exclusivas, dependiendo de nuestra puerta de embarque. En este caso lo hicimos bajo el servicio de Priority Pass, aunque también se puede con MasterCard Lounge, básicamente porque son las mismas salas en ambos sistemas.

The Club MCO está ubicado en la plataforma B; se ingresa sin reserva previa, presentando en la recepción la tarjeta de embarque y el acceso a la sala (ya sea tarjeta Mastercard Black o tarjeta Priority).

En el ingreso nos encontramos con un banner en el cual se informa que esta sala fue premiada por Priority Pass como “The Best Business Facilities” en el año 2017. Una excelente primera buena señal…

Dentro del salón, hay distintos lugares bien compartimentados, en los que cada viajero puede ubicarse según sus gustos: un espacio estilo bar con barra de bebidas para los más grandes, un sector para trabajar con computadoras de escritorio, un lugar con juegos para los más chicos, un área de comidas y cafetería y, finalmente, dos zonas bien amplias con sillones y mesas bajas para descansar y relajarnos. Por supuesto, hay acceso gratuito a WiFi y pantallas con info sobre los vuelos.

Vamos con la evaluación…

Pulgar para arriba #1: Si bien en general todas las salas VIP cuentan con los mismos servicios, vamos a destacar algo especial con respecto a ésta: los menores de 12 años de edad ingresan sin cargo, es decir, no consumen cupo de los otorgados por los bancos. Para las familias con niños resulta un dato muuuy importante, porque otras salas solo permiten acceso sin cargo a los menores de 2 años (los niños de más de 2 años consumen cupo como si fueran mayores de edad).

Pulgar para arriba #2: La cafetera automática y su excelente servicio. No se trata de una tradicional máquina automática ni de las modernas con cápsulas, sino de un sistema de sobres combinables según el café elegido, lo que se traduce en un resultado exquisito.

Pulgar para abajo: La oferta de comida fue un poco escasa y puede mejorar. Encontramos solo algunos finger food fríos y algunos snacks para los chicos, opciones un tanto pobres si consideramos que era el horario del almuerzo.

¿Nota final? En general la experiencia fue muy buena y cumplió con su cometido: esperar relajados nuestro vuelo lejos del ruido del aeropuerto.

A viajar, porque viajar enriquece el alma…