Picurba (Picnic Urbano) es una maravillosa feria gastronómica que de a poco se va extendiendo y ya forma parte de los imperdibles del año.

Su lema es claro: «Buena vida. Buena comida.» y lo cumplen a la perfección.

En septiembre de este año presentamos en esta entrada el review de la feria que realizaron en City Bell (partido de La Plata, Buenos Aires), pero el verano ameritaba algo como lo que se está preparando para los días  21, 22, 23 y 24 de enero en la maravillosa Cariló.

Es la primera vez que la Feria llega a la Costa Atlántica y se intalará en el Cariló Tennis Club (Casuarina 760).

 

 

En estos cuatro días las charlas y clases de cocina más relevantes estarán a cargo de Narda Lepes (El Gourmet, Utilísima), Pedro Lambertini (El Gourmet) y Juan Braceli (Cocineros Argentinos). El cierre quedará en manos de Christophe Krywonis, famoso por su rol de jurado en el programa Máster Chef de Telefé entre otros excelentes trabajos.

Es muy destacable la inédita presentación del Chef Mauro Colagreco. Es un chef platense, que, con su restaurante Mirazur en la Costa Azul francesa, ocupa el puesto 11 de The World´s 50 Best Restaurants, siendo el único restaurante de un chef sudamericano con dos estrellas Michelin

Entre los restós que estarán presentes con puestos y foodtrucks destacan Abre Bocas, Pérez con pan, Cerveza Kaleff, Antigua Cerveza, Los hermanos, Licores Gourmet, Changó, Moros en la Costa, Hans el alemán, La arepería de Buenos Aires, Entre Panes Demuru, Bohemia Street Food, Atelier, Food Truck Chef, Chicha y Berlina.

Como siempre la música en vivo estará presente en el escenario principal.

El valor de la entrada será de $100 por día, $50 para jubilados, y gratis para menores de 16 años. Como promoción hay 2×1 con tarjeta del diario El Día (diario de mayor tirada en la Ciudad de La Plata).

Para los que estén veraneando en la costa atlántica en esas fechas no duden en visitarla, es una experiencia sensorial que merece ser vivida.

Para más detalles pueden chequear las cuentas de Facebook o de Twitter.

 

 

Como siempre decimos, el buen comer forma parte de los placeres de la vida y, al igual que viajar, enriquece el alma.