Domingo de merienda en Villa Crespo

Aprovechando la tarde de sol y calorcito, el domingo pasado (Noviembre ’15) fuimos a recorrer la zona de outlets que se ubica en las cercanías de la intersección de las calles Aguirre y Guruchaga, en el barrio porteño de Villa Crespo.

Para los amantes de la indumentaria y el calzado, y que todavía no hayan ido, les contamos que en esta zona es posible encontrar rebajas, productos discontinuos y de temporadas anteriores a precios más bajos que en los locales «de primera».

A modo de aviso parroquial, y siempre según nuestra opinión, las mejores oportunidades se encuentran en Aguirre del 600 al 900 -desde Thames hasta Malabia-, Gurruchaga del 700 al 900 -desde Velasco hasta Castillo- y Loyola del 500 al 700 -desde Serrano hasta Malabia-.

Dicho esto, pasamos a la verdadera reseña de hoy: una confitería al viejo estilo porteño pero con sabor contemporáneo, un verdadero y muy grato hallazgo en esta parte de la ciudad!!

Malvon 1

En Malvón se consiguen cafés, tragos, pastelería y panes caseros en un ambiente relajado, con espacios eclécticos y un amplio patio de abuela.

Malvon 2

La panadería y la pastelería se funden en deliciosas meriendas, ofreciendo opciones clásicas y algunos especiales como cornbread, carrot cake, english muffin y shortcake. Todo horneado a diario, para comer en el local o llevarnos a casa.

Malvon 3

Los fines de semana también se sirven brunchs, esa comida intermedia entre el desayuno y el almuerzo, con un menú que va desde sándwiches, el clásico sabor neoyorquino de huevos y popovers hasta la exquisita particularidad de algunos platos tradicionales de la cocina Cajun. El menú puede consultarse en este link.

El local es grande y suele conseguirse mesa enseguida, aunque si se desea un lugar en el patio de esta vieja casa reciclada, tal vez se tenga que esperar algunos minutos.

Malvon 4

La atención es rápida y la comida es tan sabrosa como lo aparenta, además de estar envuelta en un halo de «preparaciones caseras» que nos hace sentir como en casa desde el instante en que llegamos. Las opciones son realmente variadas y se pueden consultar haciendo click aquí.

Nuestra elección fue combinar una merienda de huevos y pan brioche con una merienda NY classic, para así poder degustar un poco de cada una de las especialidades dulces y saladas del chef.

Malvon 5

Malvon 6

Pero… eso no fue todo!! La tentación fue más fuerte y pudo más, y así fue que también probamos las crocantes bruschettas de prosciutto y rúcula, a las que  acompañamos con una fresca limonada.

Malvon 7

Antes de despedirnos, pedimos una porción de cheesecake de maracuyá y una porción de carrot cake para llevarnos a casa y disfrutar después de la cena.

Nada mejor que viajar y recorrer, y si podemos terminar nuestro paseo con una merienda como éstas, entonces no queda mucho más para decir.

Porque viajar enriquece el alma

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2 comentarios

  1. Marina Bianco · noviembre 13, 2015

    Me vuelvo loca con esas bruschettas. Claramente un grato hallazgo. Voy a irrrr!!!

    Me gusta

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