El video que se dió a conocer ayer sobre una señorita dentro del cockpit de un vuelo comercial de Austral tuvo distintos tipos de repercusiones, algunas muy acertadas y otras reverendas estupideces.
Por eso me parece conveniente dar una opinión muy personal:
– Visitar el cockpit es posible siempre y cuando el comandante lo autorice, inclusive puede permitir fotos o videos. – Generalmente se puede acceder cuando se está volando a velocidad y altura crucero o cuando la máquina ya está detenida para que bajen los pasajeros.
– No es lógico que alguien (más allá de los pilotos actuantes) esté en el cockpit en los momentos críticos tocando el instrumental.
– Llegar a ser piloto a este nivel requiere de muchas horas de entrenamiento y de vuelo, lo que no es ni barato ni fácil.
– Ser piloto comercial es una de las profesiones más exigentes y rigurosas que existen, con muchísimos protocolos ante cada situación, regular o imprevista.
– Una compañía aérea es algo inmensamente más grande e importante que dos pilotos, está el personal de abordo, mecánicos, ventas, marketing, etc, etc, etc.
– En todas las compañías hay personas que no cumplen bien su trabajo, para eso están las áreas de control interno.
– Dos estúpidos y una descerebrada no pueden manchar el nombre de ninguna empresa aérea, ya sea la de bandera nacional o cualquier otra, ni tampoco pueden verse afectados los miles de pilotos que diariamente recorren los cielos del mundo con mucho profesionalismo.
– Así como se aceptan los accidentes por fallas humanas, también tenemos que agradecer que acá la falla humana no tuvo consecuencias lamentables.
– La respuesta de la Empresa me parece acertada, no implica que en el imaginario popular la imagen de la misma no sufra consecuencias, pero con buena educación y explicaciones coherentes deberíamos poder volver las cosas a su normal desarrollo.
– Este no es un post partidario, son sólo pensamientos en voz alta sobre algo que está en boca de todos.
Gracias por leer.
Y a seguir viajando que enriquece el alma… y a no preocuparse, que gatos habrá muchos, pero gateros imbéciles quedan cada vez menos.