Siguiendo con nuestra Burger Route fuimos a almorzar con amigos a Dellepiane Bar.
Mucho se ha escrito de este lugar, para algunos la mejor hamburgueseria gourmet de Buenos Aires, para otros lugar de culto.
Está ubicado en el Pasaje Dellepiane, con muchos medios de transporte cerca, lo que garantiza una cómoda visita.
Por fuera pasa casi desapercibido, por dentro, a diferencia de las otras hamburgueserías, la atención es en mesas y con camarero, es decir, deja del lado el self service tan común en el rubro.
El lugar es reducido por la concurrencia que tiene, pero llegando temprano siempre se consigue mesa.
La carta es variada, la materia prima es excelente y la “personalización” de los sandwichs y del resto de los platos es aceptada con gusto de forma tal de dejar al comensal totalmente satisfecho.
Los precios son más que razonables (Septiembre-16).
En esta oportunidad fuimos por la clásica Dellepiane (doble bacon, doble queso, cebolla, pepinillos, salsa especial y salsa barbacoa) y por la siempre excelente Le Blu (hongos grillados, queso azul, cebolla, bacon y mostaza dijón).
Siempre las french fries están incluídas.
Mientras esperábamos “picamos” unas papas con cheddar, bacon y verdeo que estaban increíbles y fuimos por tres variedades de cerveza artesanal que estaban muy bien.
Llegaron las burgers y esta era la presentación (como se ve en la foto asistenteviajero es #BurgerJugosaFriendly)
El tamaño deja más que satisfecho a un adulto, pero lo que más resaltamos es el sabor en general. Los ingredientes combinan perfectamente, sin sabores altisonantes que tapen al resto, las papas son crujientes por fuera, el pan es esponjoso pero no se desarma.
En resumen, las hamburguesas de Dellepiane son de las mejores que hemos probado y nos hace acordar a las de Shake Shack de New York, piropo más que suficiente para que los lectores que aún no han ido se acerquen a disfrutarlas.
Estos son los días y horarios.
A viajar y a bien comer que enriquece el alma.