Ubicadas fuera de las murallas de la ciudad, Grande Allée y Avenue Cartier son las calles más atractivas de Montcalm, el distrito que es hogar de museos, discotecas y bares, comida gourmet, algunas tiendas comerciales (pocas), cafeterías y uno de los sitios históricos más importantes de la ciudad de Québec: las llanuras de Abraham.
En Montcalm hay algo para los amantes de la cultura de todo tipo: librerías (libros nuevos o de segunda mano), teatros, museos, salas de cine y galerías de arte. Una perlita: durante el mes de julio, en este barrio se desarrolla el Festival d’été de Québec, 11 días durante los cuales la ciudad se convierte en una sala gigante de conciertos al aire libre.
El Museo Nacional de Bellas Artes de Quebec es la expresión artística más sobresaliente del distrito, una verdadera joya arquitectónica que muestra tanto el arte internacional como el quebequense.
¿Qué recorrido seguimos? Después de subir al Observatorio de la Capital, elegimos la calle Grande Allée como guía para conocer el barrio.
Caminamos hasta Avenue Cartier, no sin antes desviarnos por algunas calles transversales, sorprendidos por las casas que hay en esta zona. Con hambre después de muchas cuadras recorridas, pasamos por Halles Cartier, una apuesta segura donde se pueden encontrar todo tipo de cosas para comer desde la mañana hasta la noche.
Retomamos el paseo y apenas pasando la iglesia de Santo Domingo, accedimos al espacio verde más grande de la ciudad, las llanuras de Abraham (aquí ocurrió una de las batallas más importantes en la historia de Quebec, cuando en 1759 los británicos vencieron a los franceses) y el hermoso jardín Juana de Arco.
¿Por qué visitar Montcalm? Porque resulta en un equilibrio perfecto entre burgueses y bohemios, que atrae a los fanáticos del aire libre y también a los amantes del arte y la cultura y los mezcla en un magnífico entorno histórico.
Porque viajar enriquece el alma